Sedación en Odontología

Relajación dental del paciente.

Es mucho lo que puede hacer la odontología en la actualidad para que su boca esté más saludable y su sonrisa más bella. Aun así, mucha gente no aprovecha esta ventaja por el antiguo temor a los tratamientos dentales. Si usted es una de esas personas, no se preocupe, porque es posible tener una experiencia libre de ansiedad y dolor. Esto se puede lograr mediante el bloqueo de sus sensaciones de dolor con anestésicos locales, o pueden darle medicación que lo ayude a relajarse. A veces se necesitan ambas cosas para garantizar una máxima comodidad, en especial si las inyecciones que administran los anestésicos locales le producen mucha ansiedad.

Cuando alguien tiene temor a los tratamientos dentales, levanta la guardia y su umbral de dolor se eleva: anticipar que algo lo herirá lo hace hipersensible a toda sensación, incluso a los sonidos. Si esto describe su experiencia en el sillón dental, entonces podría beneficiarse con los sedantes que pueden darle durante su visita para hacer que se desvanezca esa ansiedad.

Antes de que le recomienden algún sedante en particular, se le pedirá que presente su historial médico completo, incluidos los medicamentos que esté tomando, tanto recetados como de venta libre. También es importante saber si fuma o bebe. El día en que le hagan el tratamiento, es posible que necesite que alguien lo lleve a la cita y de regreso a su casa, ya que el efecto de algunos medicamentos tarda tiempo en desaparecer.

Formas de Aliviar la Ansiedad

Sedación oral.Sedación Oral. La sedación que se administra por boca es la opción preferida de muchas personas precisamente porque no requiere el uso de agujas. Los sedantes de este tipo se tragan enteros en forma de píldora o se disuelven bajo la lengua. Ambos métodos funcionan en cuestión de minutos. Gracias a muchas investigaciones y pruebas, se han desarrollado una amplia variedad de medicamentos sedantes y ansiolíticos (que quitan la ansiedad) orales para hacer su experiencia del tratamiento dental tan cómoda y relajante como sea posible. Todos tienen antecedentes de ser seguros, después de décadas de uso, y varios incluso tienen propiedades “amnésicas”, es decir que usted recordará poco o nada, aunque esté consciente durante todo el tratamiento. Los que se recetan con más frecuencia son: Valium®, Halcion®, Sonata®, Ativan®, Vistaril® y Versed®.

 

Sedación consciente.Sedación Consciente por Inhalación. Desde hace casi cien años se utiliza el óxido nitroso, un sedante que se inhala, en la consulta dental. Es relativamente deficiente como analgésico, pero es muy bueno para calmar la ansiedad. Se administra mediante una máscara nasal, que parece una pequeña copa que se coloca sobre la nariz. El oxígeno mezclado con óxido nitroso brinda una sensación de mareo o incluso euforia, que desaparece con rapidez, por lo que no hay efecto de “resaca”. Todas las funciones corporales siguen siendo en esencia normales durante el uso de este sedante, que es muy seguro.

 

Sedación Consciente por Vía Intravenosa. Los sedantes que se administran por vía intravenosa en forma directa en el torrente sanguíneo son más potentes que los que se toman por boca, y los efectos amnésicos pueden ser más profundos. Como tienen un efecto casi inmediato en el cuerpo y sus funciones, incluida la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración, tienen asociado un grado de riesgo más alto que cualquier otro tipo de sedantes. Además, quienes los administran deben tener un mayor nivel de capacitación. Como con cualquier sedación (excepto el óxido nitroso), se debe monitorear al paciente con equipos especializados durante todo el tratamiento. La ventaja principal es que los fármacos que se administran de este modo actúan de inmediato, y el nivel de sedación puede ajustarse con mayor rapidez y facilidad. Y como ocurre con la mayoría de los sedantes, el paciente no recuerda nada sobre el procedimiento dental después de que desaparecen los efectos.

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